lunes, 16 de febrero de 2009

líneas paralelas


Con el ruido de la lluvia, el sonido de las llantas mojadas sobre el pavimento, pienso que me da pena de tí mientras te imagino con el sonido del metro.
No hubiese querido llegar a sentir pena, jamás. Y mi pena es seguramente absurda porque debes ser muy feliz ahora.
Quien creó los estatutos del "deber ser" y la "felicidad" supo que eran vanos puntos de referencia. Cada uno hace lo que quiere al fin y al cabo.
Pero hoy siento pena de ti, siento pena esperando que seas quien quieres ser. Y mi pena se acerca al miedo de que mueras solo, de que entre tantas muestras de sangre, una salga positiva.
Cuídate.