martes, 18 de octubre de 2011

Quito bajativo

La luz del sol  bajó, las hojas y basuras empiezan a volar por las veredas.
La tarde llegó después de almuerzo y los pasos van lento, sin querer volver, las cabezas abajo, las miradas menos atentas, los palillos entre los dientes, los brazos encontrándose en la espalda.
Ya no hay más siestas en la vida, en el camino de regreso a la oficina se sueña que se duerme.

domingo, 16 de octubre de 2011

THE MISSION



La única vez que te vi llorar teníamos al frente a un personaje siniestro a quien la vida le regalaba un instante de verdadero amor, segundos donde la inmortalidad y el pasado se deshacían o  rehacían, no lo sabremos realmente. Fue un giro en la historia, un hombre que no se conformó con el destino de su nombre, de su sucia estirpe, de su turbia hombría. Se dejó llevar, por los ríos del Paraguay, por las manos pequeñas de niños guaraníes, por la fe de un plan que el cine permite ver menos macabro y más cercano a una genuina conjunción entre "La Tierra sin Mal" y el "Paraíso".

Ahí estaba él, como tú, mostrando sus lágrimas, su vacío y sus ganas de sentir a los otros habitantes, frágiles como él, mirarlo a los ojos sin miedo.

Y quiero creer en los milagros del cine, en que un día te dejes llevar y olvides tu dolor, tus miedos y tu orgullo, que sepas entregarte a quien te quiere bien. Pero esa misión no me corresponde, ninguna en realidad,  yo no hago milagros, no cumplo misiones, sólo fui de paso,  no supiste o no supimos encontrar el momento para quedarnos en nuevos territorios.


Imagen: "The Mission", dirigida por Roland Joffé. 
En la imagen: Robert De Niro como Rodrigo Mendoza y Jeremy Irons como el Padre Gabriel.

domingo, 9 de octubre de 2011

LOVE

Love is real, real is love
Love is feeling, feeling love
Love is wanting to be loved
Love is touch, touch is love
Love is reaching, reaching love
Love is asking to be loved
Love is you, you and me
Love is knowing we can be
Love is free, free is love
Love is living, living love
Love is needing to be loved.

JOHN LENNON

miércoles, 5 de octubre de 2011

sueño de noche que se queda en el día

Soñé que te conocía, que nos reconocíamos, que conversábamos sin parar hasta que la luz de la noche era escasa y hasta que nos pidieron que nos vayamos de ese pequeño y académico café.
Te miraba,   ya te conocía pero era la primera vez que te veía así, mirándome así.
Caminábamos por las veredas rotas y yo miraba tu jean, tu saco negro, tus canas  y tu sonrisa, escuchaba tu voz tranquila, que hablaba sin pretender saber, sólo decirme algo de lo que piensas, de cómo vives.
Llegábamos a tu casa, era roja y de madera, pequeña pero con ventanas amplias, la sentía cercana pero tú me decías que ahora podía ser de los dos, que hace poco era tuya y de otra mujer, pero que hasta encontrar una casa nueva, de una historia nueva, yo podía ir cuando quisiera y traer mis maletas cuando me sienta cómoda.
Nos sentamos en tu sala y tomamos algo más, yo estaba tan emocionada, nerviosa y sensible, me había vuelto a enamorar y tú estabas enamorado de mí.
Y claro, en ese momento sonó el despertador, me levanté sonriendo, queriendo dormir más, soñar contigo de nuevo. Y me desperté y me bañé, me vestí y no quise desayunar, salí en el auto prestado, esperando que el sol y la velocidad me lleven pronto hasta tí, pero aún no sé tu dirección, ni tu nombre, ni qué haces, de qué vives y cómo te ves mientras duermes. Todavía no te conozco y no estoy lista para hacerlo, tengo miedo de que mis ilusiones se conviertan en presiones para tí, que dejes de desear mi cuerpo, que mis equivocaciones sean tu justificación para herirme, que llore mucho, que me ponga celosa, que me ponga necia y caprichosa. Aún tengo miedo, pero gracias por venir a mis sueños cuando sentía que ya no sentía.
Hasta entonces.