Y el orden se convirtió en belleza
y la expectativa en realidad.
Las líneas trazadas por el hombre me tocan, como las líneas tenúes que la Naturaleza ha decidido poner sobre estos paisajes tan distintos, antiguos y dispuestos de forma tal, que el mundo se presenta tal vez más pequeño y alcanzable.
La mente ha tomado otras dimensiones y ya nada será igual. Mi ciudad andina se ha quedado pequeña, siendo inmenso el lugar que ocupa en mi corazón. Habrá que zarpar porque el deseo no engaña. Habrá que dibujarse otra vez para que la historia pueda tomar sentido.
