sábado, 30 de agosto de 2008

tic tac


Podría volverme despiadada, jugar con el deseo que provoco. Podría olvidar que el tiempo pasa y entretenerme con lo que tengo en frente. Pensar que jamás envejeceré y que no importaría si muero mañana. Podría mirar con la intriga que construyo cada amanecer. Podría robarme un corazón y llevármelo de trofeo. Podría reirme de las decisiones del resto, de sus lágrimas y confusiones, podría botar todo a la basura. Olvidar de donde vengo e impedir que la sociedad me exiga un trazo de futuro. Podría, sé que podría.
Y me miro al espejo una noche, donde el día ha caído, donde sólo me esperan la cama y las pastillas en el velador. El vacío me abraza y me asfixia. Quiero construir algo y siento miedo, miedo a que sea muy frágil, miedo a que sea indestructible, es una línea tan delgada, una cuerda floja donde tendría que moverme…me parece tan díficil pero lo intentaré una vez más, no importa si caigo, y si me sostengo, lucharé contra mis deseos de caer.

jueves, 14 de agosto de 2008

dolor????

Apenas nos enfrentamos de verdad, siento que empiezas a preparar tu partida, sorprendida por sentir tu retirada, porque ves la puerta más o menos edificada, porque sabes que ya hay muchos lugares de mi cuerpo que no te pertenecen. Te veo recorrer mis venas hacia una salida. Mis ojos ya no muestran evidencia de tu hospedaje. Falta un poquito para que te vayas, para que mis palabras de amor dejen de estar prisioneras por tu presencia. Falta poco, lo sé y me encanta!!

lunes, 11 de agosto de 2008

dolor


En la soledad aparece incolumne, con tanta fuerza que no puedo hacer más que rendirme a sus pies. Viene a decirme que no me puedo deshacer de él tan facilmente, que no puedo volver a amar tan rápido, me muestra que recorre mis venas y las constriñe hasta que me pongo a llorar desesperadamente. "Llórame, entiérrame, guárdame para no volverme a encontrar", me dice con su voz llena de viejas voces. Me cuenta que es un huésped non grato aquí en mi cuerpo, pero que tiene que estar pegado a mi por un tiempo, hacer que mis ojos y mi cuerpo evidencien su presencia para un día poder despedirnos de verdad.
Quiero que se vaya, pero no puedo exigirle eso, sé que debo construir esa puerta, preparar la despedida, sólo yo puedo hacerlo, con todas las cosas que voy guardando, que voy borrando, con todo lo que me muestra la certeza de este final.