domingo, 13 de diciembre de 2009

tiempo y espacio, el Arca Rusa


El motivo de este post no me lleva a narrar una historia, a describir una película o a hablar de la audacia de su director y la eficacia de su equipo técnico. Ver por primera vez el Arca Rusa me motiva a hablar de la vida o de mi vida, sin pretender diferencias porque si hablo de la vida, inevitablemente hablo de la mía. En todo ésto que dejo en este espacio virtual, correrá una autobiografía que tal vez no existe en la realidad efectiva, pero sí en la realidad del deseo.
Una historia sin cortes, sin posibilidad de rehacerse. Acompañada por una especie de guía que atraviesa los escenarios con un tono sarcástico, una mirada graciosa y unas manos dulces y enormes que nos señalan aquellos elementos universales en cualquier historia, en cualquier vida; una mujer, un hombre, la música, la representación, la belleza, la estética.

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