Una, dos, tres, cuatro, hasta ese número alcancé, hasta ahí pude enumerarlas. Ahora ya no las puedo contar, están empezando a habitar mi cabeza y yo sigo viviendo con mi mamá. Las miro en el espejo y disfruto del nuevo color que me regalan, no me asusta empezar a ponerme canosa. Bienvenidas, Welcome, bienvenu, willkommen.
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